Essaouira, cercano pero remoto puerto del Atlántico

Hace unos días navegaba yo algo aburrido de link en link cuando me encontré con la noticia: El Festival de Gnaoua de Essaouira se estaba celebrando en ese mismo momento (23-26 de junio).

Mientras yo combatía la desidia frente a mi ordenador, algunos afortunados deambulaban ya por las callejuelas de la medina de la antigua Mogador regateando, quizás sólo por placer, por alguna pieza de artesanía… y esperando a que al caer la tarde la música se adueñara de la ciudad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Essaouira es uno de esos lugares que sólo con recordarlos me hacen sonreír, y permanecí el resto de la tarde flotando de recuerdo en recuerdo. Essaouira: sólo su nombre es evocador, ¿verdad? La doble ese, las cuatro vocales juntas que se pronuncian sin dificultad… todo parece reflejar su carácter desenfadado.

Levantarse por la mañana escuchando las olas romper al pie de la muralla, abrir las contraventanas, sentarse a desayunar disfrutando de la brisa y las vistas… y dejar que cada día te invada la agradable sensación de encontrarte en ese apacible puerto del Atlántico que, estando relativamente cerca, parece en cambio encontrarse en un lugar remoto, alejado de todo lo demás. Que gran manera de empezar el día.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La muralla rojiza rodea la medina y el puerto, ambos dominados por los azules y blancos de casas y barcas de pesca. Paseando por sus estrechas callejuelas no puedes dejar de pensar que algo ha quedado impregnado en Essaouira tras el paso en los años 60 de visitantes como Jimmy Hendrix, Orson Welles, Cat Stevens o Leonard Cohen, acompañados de otros menos célebres pero seguramente no menos pintorescos viajeros de aquellos años.

Hablar con los distintos artesanos o comerciantes, pasear por la muralla siguiendo la hilera de cañones que antiguamente protegían la ciudad, parar a tomar un sabroso zumo de naranja o cenar en uno de los pequeños, baratos y buenos restaurantes que se pueden encontrar… a eso me dedicaba yo la tarde del 24 de junio, desde Madrid.

(Suspiro)… ¿cuándo volveremos a Essaouira?… espero que pronto. Mientras tanto volveré de vez en cuando en un viaje de tarde desde Madrid, y espero que alguno de vosotros, quizás este verano, podáis disfrutarla in situ.

Todas las fotos por Mi Lawrence… con la colaboración de Val de ESMC (gracias!)

Y gracias también a David, Pepiño, Álvaro y Chun por los derechos de imagen y a los chicos de Sons of the Desert por la improvisada operación de rescate (no nos hemos vuelto a ver, pero sois unos cracks).

 

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