«Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong. El ecuador atravesaba aquellas tierras altas a un centenar de millas al norte, y la granja se asentaba a una altura de unos seis mil pies. Durante el día te sentías a una gran altitud, cerca del sol, las primeras horas de la mañana y las tardes eran límpidas y sosegadas, y las noches frías.
La situación geográfica y la altitud se combinaban para formar un paisaje único en el mundo. No era ni excesivo ni opulento; era el África destilada a seis mil pies de altura, como la intensa y refinada esencia de un continente. Los colores eran secos y quemados, como los colores en cerámica. […]
Todo lo que se veía estaba hecho para la grandeza y la libertad, y poseía una inigualable nobleza.
La principal característica del paisaje y de tu vida en él era el aire. Al recordar una estancia en las tierras altas africanas te impresiona el sentimiento de haber vivido durante un tiempo en el aire. Lo habitual era que el cielo tuviera un color azul pálido o violeta, con una profusión de nubes poderosas, ingrávidas, siempre cambiantes, encumbradas y flotantes, pero también tenía un vigor azulado, y a corta distancia coloreaba con un azul intenso y fresco las cadenas de colinas y los bosques. A mediodía el aire estaba vivo sobre la tierra, como una llama; centelleaba, se ondulaba y brillaba como agua fluyendo, reflejaba y duplicaba todos los objetos, creando una gran Fata Morgana. Allí arriba respirabas a gusto y absorbías seguridad y ligereza de corazón. En las tierras altas te despertabas por mañana y pensabas: -Estoy donde debo estar-»
«Los nativos eran África en carne y hueso. El alto volcán extinguido de Longonot, que domina el valle de la Falla, las grandes mimosas que se alzan a lo largo de los ríos, los elefantes y las jirafas, no eran más africanos que los nativos —pequeñas figuras en un vasto escenario—. […] Nosotros, mandando y siempre con prisas, chocábamos frecuentemente con el paisaje. Los nativos están en armonía con él y cuando esa gente de talla elevada, esbelta, oscura y de ojos negros viaja —siempre en fila india, así que hasta las grandes venas del tráfico nativo son estrechos senderos—, trabaja la tierra, cuida del ganado, celebra sus grandes danzas o te cuenta un cuento, es África la que vaga, danza y te entretiene.»
(Isak Dinesen, Memorias de África)
Jairo Dávila
27 marzo, 2012
Una vivencias muy bién concebidas,es en realidad un relato apasionante de lo que es Africa,un continente que tiene mucho que mostrar ,Fauna,naturaleza en un colorido del paisaje que debe ser maravilloso .
missmadaboutravel
2 abril, 2012
Gran libro y gran continente… Todavía no he estado, pero para saciar las ganas creo que (de momento) me tendré que contentar con la literatura… ;) Gracias por el post!
milawrence
2 abril, 2012
Muchas gracias a tí Miss Mad!! Seguro que pronto te dejarás caer por allí ;)
missmadaboutravel
2 abril, 2012
Ojalá! ;) Mientras, me conformo con hacer senderismo por aquí y alguna escapada… ;)
milawrence
2 abril, 2012
:) Estaba escribiendo un post… es sobre África, así que va por tí!!
Marruecos es un gran primer viaje a África, somos vecinos, y puedes hacer cualquiera de las gargantas y más cosas saliendo un viernes o sábado y volviendo sábado o domingo siguientes. Si te animas y puedo ayudarte en algo cuenta conmigo.
Bs
Mª Mercè
18 abril, 2012
Pasear entre las paredes y enseres de la casa de Karen Blixen en Nairobi, es algo que tengo muy grabado en mi corazón.
Justamente en mi entrada hago referencia al primer párrafo de su novela autobiográfica: “Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong…» Y se ven desde su casa. Es cierto.
Un saludo!
milawrence
20 abril, 2012
Acabo de leer tu entrada, magnífico viaje. Tal y como he comentado allí no sé que preferiría, si pasar un día en la granja de Karen o dando biberones a los pequeños elefantes del orfanato.
Podéis ver la entrada de Mª Mercé aquí:
http://milcamins.blogspot.com.es/2009/12/kenia-2009.html
Muchas gracias!!
Notas desde algún lugar
7 May, 2012
Un libro impresionante y que guardo con la esperanza de poder ver algún día los lugares que vio la autora. Gracias por compartir el enlace de Mª Mercé, ha sido muy interesante.
Saludos
milawrence
7 May, 2012
Hola Elena, muchas gracias, me alegro mucho de que te hayan gustado los posts. Espero que pronto podamos disfrutar de unas Notas desde las colinas de Ngong!!
Notas desde algún lugar
7 May, 2012
Ojalá! ya me gustaría!!!